En la infancia y la adolescencia se ponen las bases de lo que seremos como adultos/as. Una experiencia vital de unas semanas en un campus/campamento de Inteligencia Emocional para niños/as y adolescentes, puede ser la semilla de un «sentido de vida» que aflorará paso a paso en su vida.

He participado en varias ediciones del Campus FOCUS ON y FEEL ON de Civsem Centro de Investigación en Valores y me reafirmo en el regalo que supone para los participantes unas semanas en las que en un espacio seguro (sin juicios, diverso, basado en valores universales) pueden ser ellos/as mismos/as.

¿Para qué un campus en Inteligencia Emocional (desarrollo personal) en estas edades?

  • Conexión con ellos mismos, desde un lugar a veces poco habitual en su entorno: respeto, confianza, coraje, empatía, sinceridad, honestidad, escucharse, no juzgar, alegría.
  • Mirarse a ellos mismos como son, sin estereotipos, expectativas que cumplir, objetivos que alcanzar, modelos imperantes.
  • Disfrutar, divertirse y compartir con otros chicos y chicas de su edad en un entorno amigable y respetuoso, descubriendo amigos y amigas que perduran en el tiempo.
  • Vivir en primera persona otra forma de ser y estar en la vida. Desde sus talentos, habilidades, valores, validando lo que sienten, entendiendo desde donde actúan y hablan. Eligiendo qué quieren ser y cómo desde el autoconocimiento.
  • Llenar la mochila de herramientas, recursos y habilidades para su vida, para cuando vuelvan al colegio o instituto, a sus entornos familiares, de amigos, puedan llevar a su día a día lo aprendido y experimentado.
  • Crear una comunidad de apoyo y de amistad, basada en la honestidad, el respeto, el valor de ser yo mismo.
  • Elegir como quiero vivir, coger las riendas de sus vidas con confianza en ellos mismos, los demás y el mundo.

Seguiría y seguiría. 🙂

Lo recomiendo 100% si tienes hijos, sobrinos, alumnos… este campus u otro que consideres en el que se priorice el trabajo en valores. Y si no puede ser en verano, buscar alternativas en el curso más allá (o además) del deporte, el teatro, el inglés… Todo ello muy necesario, sí, pero: ¿y si les damos desde pequeños, herramientas para vivir más felices y ser mejores personas?

Te animo a que te lo plantees, de corazón, desde mi experiencia como madre y coach educativa.

¿Qué me dices? ¿Te animas a hacerles este regalo?

Un abrazo amoroso

Arantxa