Uno de los grandes deseos de la mayoría de padres y madres que acompaño en procesos de facilitación y coaching, es mejorar la comunicación con los hijos en casa.
«Nada es como antes» me decía una madre en la última sesión que tuvimos de acompañamiento para una educación más consciente, respetuosa y serena de su hijo.
Ciertamente, muchas cosas han cambiado en la educación, en la sociedad, en los valores, en la realidad de nuestras vidas, y fórmulas en las que muchos de nosotros fuimos educados (en mi caso tengo 50 años…) ya no sirven de la misma manera, hay que cambiarlas o al menos adaptarlas.
Yo suelo decir que somos padres del S. XX con hijos del S. XXI y creo que esto ya es bastante significativo, ¿No os parece?.
Desde mi visión, considero que los valores universales: respeto, justicia, honradez, responsabilidad, compromiso, etc. tienen el mismo peso en la educación hoy que ayer. Pero, si es cierto que los cambios que se han dado en nuestra sociedad en los últimos 20 años, y la velocidad en la que ocurren, hace que padres, madres y educadores se encuentren con la necesidad de adaptarse y aprender nuevos recursos para conectar de verdad, y comunicarse de una forma efectiva y afectiva, con los más jóvenes (niños, preadolescentes, adolescentes).
En este camino de aprendizaje (yo la primera como madre), el invierno pasado me certifiqué como Facilitadora del Método Faber & Mazlish («Cómo hablar para que tus hijos le escuchen & escuchar para que tus hijos le hablen») en mi deseo de integrar herramientas validadas científicamente para acompañar de una manera más efectiva a padres y madres.
Este método surgió a partir de la experiencia de dos mujeres/madres en búsqueda de alternativas y herramientas verdaderamente transformadoras y duraderas en el tiempo, para mejorar la comunicación y el bienestar en sus hogares. A raíz de su propia experiencia, y del trabajo y aplicación con innumerables padres y madres del Psicólogo Haim Ginott, decidieron recoger todos sus aprendizajes y prácticas para desarrollar dicho método y que llegase al mayor número de familias posibles.
Tanto en las sesiones individuales en las que acompaño a familias, a padres y madres, como en los talleres en colegios e institutos para estos y para educadores, he incorporado este método, con sus propuestas prácticas y fácilmente aplicables en nuestro día a día para mejorar la comunicación con nuestros hijos en casa, el bienestar y la convivencia.
Me gustaría dejaros unas pinceladas para que podáis aplicarlas desde ya y viváis los cambios que pueden darse:
- El concepto de ELOGIO a nuestros hijos e hijas. Habitualmente (con la mejor intención) elogiamos con adjetivos calificativos: «Eres la mejor», «No esperaba menos de ti»… ¿Creéis que a la larga este tipo de elogios pueden suponer un peso excesivo para nuestros hijos?. ¿Puede ser que en caso de que no se vuelva a repetir, se sientan presionados por no cumplir nuestras expectativas? Como recurso práctico desde el método, los cambiaríamos por elogios descriptivos, que describan los logros, aquello que queremos destacar pero sin ponerles ese peso emocional.
- Muchos padres y madres me preguntan si es posible no castigar, consideran que castigan demasiado, el poco tiempo que disfrutan de sus hijos, se convierte en un continuo castigo, grito o frases del tipo: «Eso no se hace», «Eso no se dice»… ¿Qué nos ofrece como posibles alternativas este método? Dejar claras, con anterioridad, nuestras expectativas de lo que esperamos de ellos, acciones, tareas, comportamientos; enseñar al niño o niña a rectificar cuando no han cumplido con estas expectativas; dar opciones de solucionar lo que haya ocurrido, si es posible que sean ellos mismos quienes sugieran como hacerlo; permitir que asuma las consecuencias «naturales» de lo que ha hecho o dicho.
Estos dos ejemplos son una pequeña muestra de las herramientas y recursos útiles y aplicables en el día a día de la educación de nuestros hijos e hijas de este maravilloso método.
¿Te apetece conocer más profundamente estos y otros recursos?, ¿Te animas a tener una sesión para conocernos, profundizar más en detalle en tu realidad concreta y ver opciones de acompañarte en esta aventura de educar?
Si sientes que necesitas herramientas nuevas, que lo de siempre no acaba de funcionarte, si quieres mejorar la comunicación en casa y rebajar el estado de tensión, podemos hablar sin compromiso y empezar con un plan de acción concreto para ti. ¡La primera sesión no tiene coste para ti!
¡Deseando de corazón acompañarte, escríbeme o llámame sin compromiso!
Gracias por estar ahí, un abrazo.